Autor: Staff
Chocolates de pasión
Utilizando como trasfondo el universo de la industria
chocolatera dio inicio la telenovela Amor Amargo producida por Pedro
Ortiz de Pinedo. Es un producto que se transmite en el horario de las 6:30
por Las Estrellas. Se trata de una adaptación de una telenovela
portuguesa a cargo de Héctor Forero, Gaby Ruffo, Lenny Ferro,
Óscar Ortiz de Pinedo y Carlos Arteaga.
Amor Amargo es protagonizada por Ana Belena y Andrés
Palacios, ambos ex alumnos del Centro de Formación Actoral de TV Azteca.
Los antagonistas principales son Daniela Romo y Arturo Peniche.
En la primera semana vimos que por culpa de la matriarca
Leonor San José (Daniela Romo), mueren su hija Beatriz (Cynthia
Klitbo) y Jaime (Francisco Gattorno). Leonor odiaba a Jaime y lo
mandó matar pero no contaba con que Beatriz estaba con él. Gabriela (Ana
Belena), la hija de Beatriz, y Tomás (Andrés Palacios), el hijo de
Jaime, se conocen y comienzan a enamorarse. Con el inicio de su amor también
comienza las investigaciones sobre la muerte de sus padres. Leonor se opone a
que Gabriela y Tomás estén juntos y hará lo que sea por impedir su amor.
Una bruja entre los dos
Una historia de pasiones y odio es lo que nos ofrece la
telenovela Amor Amargo. La premisa es interesante: un hombre y una mujer que se
enamoran a primera vista se enteran que sus padres se amaban en el pasado y
ahora iban a huir juntos pero murieron en un misterioso accidente.
Los personajes de Gabriela y Tomás se verán envueltos en una
serie de enfrentamientos no solo por el pasado de sus padres, sino por el
control del negocio de chocolates de la familia San José. Al parecer las
artesanías, negocio al que ambos se dedicaban al iniciar la historia, pasará a
segundo plano.
El prietito en el arroz son los villanos ñaca ñaca que los
intentarán separar. En primer lugar, está Leonor, una señora intransigente y
mandona que tiene un odio irracional hacia Jaime y su familia. Si no fuera por Daniela
Romo este personaje sería una caricatura. El otro gran villano es Enrique,
interpretado por Arturo Peniche. Enrique es un ser detestable porque sí
pero hasta esposa cariñosa tiene. Las razones de ellos para para separar a los
protagonistas son muy pero muy anticuadas.
Le falta punch
Consideramos que podría haber habido más esmero en la
presentación de personajes, en los libretos y en la dirección de escena.
Al personaje de Karena Flores lo introdujeron sin
ningún contexto. Ya van cinco capítulos y todavía no queda claro qué problema
de salud mental tiene la chica. La actriz lo hace bien pero el personaje ha
estado todo el tiempo compungido y los demás se la pasan aplacándola.
Otro personaje sin explicación es el de Alejandra Procuna.
Ella está en el mundo de Jaime pero apareció de repente en su funeral y no ha
quedado claro cuál es su relación con Tomás.
En cuestión de la descuidada dirección de escena, hemos visto cosas tan insólitas como lluvia con luna llena y un carro que se incendia bajo una tormenta. En una escena la pareja juvenil de Karena Flores y Pedro Baldo se cruzan mientras caminan por el cementerio. Se siente que nace el amor entre ellos, sin embargo el parlamento de él es: "¿Sabes si venden bicicletas por aquí?" Así o más WTF.
Este melodrama tiene mucha pasión pero si no le aprietan las tuercas a los actores se va a convertir en uno olvidable.
Es curioso pero varias situaciones nos recordaron a Vivir
de Amor. Aquí también vimos a un grupo de trabajadoras de la empresa de
chocolates exigiendo su pago y un hombre (Alejandro Ávila) que las intentaba
calmar. También una villana que acaba de conocer al protagonista lo abraza de
manera muy cachonda para “consolarlo” por algo. Aquí fue el personaje de Lizy
Martínez con Tomás.
Lo bueno
Ana Belena, Daniela Romo
Excelente musicalización
Buena producción
Lo malo
Andrés Palacios
Regular dirección de escena
Villanos cliché
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